En el mundo del Arte Dramático existen varios ingredientes con los que cada actor juega y experimenta en su cocina privada, para alimentar más tarde al público hambriento en ese gran plato que llamamos teatro...

Monólogo personaje masculino X

Miguel Mihura. "Ninette y un señor de Murcia" (Comedia)
ANDRÉS.- ¿Amaba yo a Ninette o no la amaba? Mejor dicho, ¿lo estaba pasando bien con ella, o no? Hay que reconocer que si con ella no lo estaba pasando bien es que decididamente era tonto, ya que el sueño de toda mi vida se estaba realizando punto por punto. ¿Por qué, entonces, estaba yo de tan mal humos? ¿Acaso porque este plan no se lo podía contar a nadie, o tal vez, porque no podía salir a la calle y ver Paris? Indudablemente este asunto de las mujeres es muy complicado y resulta que cuando uno analiza su caso y está convencido de que, científicamente, lo está pasando la mar de bien, la verdad es que no lo está uno pasando tan bien como parece y que toda esta aventura me estaba ya hartando. Y, sin embargo, cuando Ninette salió y desde la ventana vi cómo se reunía con René y después de cambiar unas palabras cruzaba la calle y se metían en el bar de enfrente, me quedé un poco triste. Y me entristecí mucho más cuando pasaron diez minutos y después quince, y después veinte y ninguno de los dos salían de aquel endemoniado café, del que llegaba a mis oídos una musiquilla de acordeón. O sea, que cuando ella estaba conmigo, me sentía atado y nervioso. Pero ahora que se había marchado con su antiguo novio, no sólo la echaba de menos, sino que tenía unos celos espantosos. Y en este estado de ánimo, más bien confuso, fue cuando se le ocurrió venir a mi amigo Armando, tan oportuno como siempre. Y que además me empezó a hablar en un tono que no me gustó nada. Así es, que habían llamado a la puerta, y que yo fui a abrir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario