En el mundo del Arte Dramático existen varios ingredientes con los que cada actor juega y experimenta en su cocina privada, para alimentar más tarde al público hambriento en ese gran plato que llamamos teatro...

Monólogo personaje femenino VIII

Federico García Lorca. "Bodas de sangre" (Drama)
NOVIA.-  Aquí vengo. (A la Vecina). Déjala; he venido para que me mate y que me lleven con ellos.  (A la Madre) Pero no con las manos; con garfios de alambre, con una hoz, y con fuerza, hasta que se rompa en mis huesos. ¡Déjala! Que quiero que sepa que yo soy limpia, que estaré loca, pero que me pueden enterrar sin que ningún hombre se haya mirado en la blancura de mis pechos.
¡Porque yo me fui con el otro, me fui! (Con angustia) Tú también te hubieras ido. Yo era una mujer quemada, llena de llagas por dentro y por fuera, y tu hijo era un poquito de agua de la que yo esperaba hijos, tierra, salud; pero el otro era un río oscuro, lleno de ramas, que acercaba a mí el rumor de sus juncos y su cantar entre dientes. Y yo corría con tu hijo que era como un niñito de agua fría y el otro me mandaba cientos de pájaros que me impedían el andar y que dejaban escarcha sobre mis heridas de pobre mujer marchita, de muchacha acariciada por el fuego. Yo no quería, ¡óyelo bien!, yo no quería. ¡Tu hijo era mi fin y yo no lo he engañado!, pero el brazo del otro me arrastró como un golpe de mar, como la cabeza de un mulo, y me hubiera arrastrado siempre, siempre, aunque hubiera sido vieja y todos los hijos de tu hijo me hubiesen agarrado de los cabellos.
Véngate de mí; ¡aquí estoy! Mira que mi cuello es blando; te costará menos trabajo que segar una dalia de tu huerto. Pero ¡eso no! Honrada, honrada como una niña recién nacida. Y fuerte para demostrártelo. Enciende la lumbre. Vamos a meter las manos: tú, por tu hijo; yo, por mi cuerpo. Las retirarás antes tú.

La primera obra de teatro escrita en castellano

Auto de los Reyes Magos, también conocida como Representación de los Reyes Magos, es la primera obra de teatro escrita en castellano. Se cree que se escribió en Toledo hacia 1150, y consta de 147 versos irregulares. 
Cuenta el camino de los Reyes Magos hacia Belén, y se escribió con el objetivo de enseñar a la gente sencilla e inculta de la época.


FRAGMENTO ADAPTADO:



GASAPAR.- ¡Dios creador! ¡Qué maravilla!



¿Qué estrella será esa que brilla?;
hasta ahora no la he advertido;
hace bien poco que ha nacido.
¿Habrá nacido el Creador;
de todas las gentes señor?
No es verdad, no sé qué me digo;
todo esto no vale ni un higo.
Otra noche la miraré,
y, si es verdad, bien lo sabré
¡Gran verdad es lo que yo digo!
En absoluto lo porfío.
¿No puede ser otra señal?
¡Esto es y no es nada más!
Dios -es seguro- nació de hembra
en el mes este de diciembre.
Donde esté iré, lo adoraré,
por Dios de todos lo tendré.

BALTASAR.- No sé esa estrella de do viene,
quién la trae o quién la detiene.



¿Por qué ha surgido esta señal?
Jamás en mis días vi tal.
De cierto ha nacido en la tierra
aquel que, en la paz y en la guerra,
Señor será desde el Oriente,
de todos, hasta el Occidente.
Por tres noches me lo veré
y más de veras lo sabré.
¿Será verdad que ya ha nacido?
Dudo de lo que he advertido.
Iré, lo adoraré,
le imprecaré y le rogaré.


MELCHOR.- Válgame el Creador, ¿tal cosa

ha sido alguna vez hallada



o en una escritura encontrada?
No había esa estrella en el cielo:
para eso soy buen estrellero.
Yo no me engaño: he advertido
que un hombre de carne ha nacido
que es el señor de todo el mundo;
así es, como el cielo, rotundo.
De las gentes señor será,
y todo el orbe juntará.
¿Es...? ¿No es?
Pienso que verdad es.
Lo veré hasta que me persuada
de si es verdad o si no es nada.
¡Sí! ¡Ya ha nacido el Creador
de todas las gentes señor!
Yo bien lo veo que es verdad.
¡He de ir allá, por caridad!