En el mundo del Arte Dramático existen varios ingredientes con los que cada actor juega y experimenta en su cocina privada, para alimentar más tarde al público hambriento en ese gran plato que llamamos teatro...

Monólogo personaje femenino VIII

Federico García Lorca. "Bodas de sangre" (Drama)
NOVIA.-  Aquí vengo. (A la Vecina). Déjala; he venido para que me mate y que me lleven con ellos.  (A la Madre) Pero no con las manos; con garfios de alambre, con una hoz, y con fuerza, hasta que se rompa en mis huesos. ¡Déjala! Que quiero que sepa que yo soy limpia, que estaré loca, pero que me pueden enterrar sin que ningún hombre se haya mirado en la blancura de mis pechos.
¡Porque yo me fui con el otro, me fui! (Con angustia) Tú también te hubieras ido. Yo era una mujer quemada, llena de llagas por dentro y por fuera, y tu hijo era un poquito de agua de la que yo esperaba hijos, tierra, salud; pero el otro era un río oscuro, lleno de ramas, que acercaba a mí el rumor de sus juncos y su cantar entre dientes. Y yo corría con tu hijo que era como un niñito de agua fría y el otro me mandaba cientos de pájaros que me impedían el andar y que dejaban escarcha sobre mis heridas de pobre mujer marchita, de muchacha acariciada por el fuego. Yo no quería, ¡óyelo bien!, yo no quería. ¡Tu hijo era mi fin y yo no lo he engañado!, pero el brazo del otro me arrastró como un golpe de mar, como la cabeza de un mulo, y me hubiera arrastrado siempre, siempre, aunque hubiera sido vieja y todos los hijos de tu hijo me hubiesen agarrado de los cabellos.
Véngate de mí; ¡aquí estoy! Mira que mi cuello es blando; te costará menos trabajo que segar una dalia de tu huerto. Pero ¡eso no! Honrada, honrada como una niña recién nacida. Y fuerte para demostrártelo. Enciende la lumbre. Vamos a meter las manos: tú, por tu hijo; yo, por mi cuerpo. Las retirarás antes tú.

La primera obra de teatro escrita en castellano

Auto de los Reyes Magos, también conocida como Representación de los Reyes Magos, es la primera obra de teatro escrita en castellano. Se cree que se escribió en Toledo hacia 1150, y consta de 147 versos irregulares. 
Cuenta el camino de los Reyes Magos hacia Belén, y se escribió con el objetivo de enseñar a la gente sencilla e inculta de la época.


FRAGMENTO ADAPTADO:



GASAPAR.- ¡Dios creador! ¡Qué maravilla!



¿Qué estrella será esa que brilla?;
hasta ahora no la he advertido;
hace bien poco que ha nacido.
¿Habrá nacido el Creador;
de todas las gentes señor?
No es verdad, no sé qué me digo;
todo esto no vale ni un higo.
Otra noche la miraré,
y, si es verdad, bien lo sabré
¡Gran verdad es lo que yo digo!
En absoluto lo porfío.
¿No puede ser otra señal?
¡Esto es y no es nada más!
Dios -es seguro- nació de hembra
en el mes este de diciembre.
Donde esté iré, lo adoraré,
por Dios de todos lo tendré.

BALTASAR.- No sé esa estrella de do viene,
quién la trae o quién la detiene.



¿Por qué ha surgido esta señal?
Jamás en mis días vi tal.
De cierto ha nacido en la tierra
aquel que, en la paz y en la guerra,
Señor será desde el Oriente,
de todos, hasta el Occidente.
Por tres noches me lo veré
y más de veras lo sabré.
¿Será verdad que ya ha nacido?
Dudo de lo que he advertido.
Iré, lo adoraré,
le imprecaré y le rogaré.


MELCHOR.- Válgame el Creador, ¿tal cosa

ha sido alguna vez hallada



o en una escritura encontrada?
No había esa estrella en el cielo:
para eso soy buen estrellero.
Yo no me engaño: he advertido
que un hombre de carne ha nacido
que es el señor de todo el mundo;
así es, como el cielo, rotundo.
De las gentes señor será,
y todo el orbe juntará.
¿Es...? ¿No es?
Pienso que verdad es.
Lo veré hasta que me persuada
de si es verdad o si no es nada.
¡Sí! ¡Ya ha nacido el Creador
de todas las gentes señor!
Yo bien lo veo que es verdad.
¡He de ir allá, por caridad!

Tragedia


Los personajes se ven enfrentados de manera misteriosa, inexpugnable e inevitable contra el destino o los dioses, moviéndose casi siempre (recordemos la "Orestiada" de Esquilo que tiene una reconciliación al final) hacia un desenlace fatal por una fuerza ciega, la fatalidad, el destino... anunciado siempre por diversos oráculos. Su etimología deriva de la palabra griega "Trágos ", es decir, macho cabrío. La traducción más habitual es «canto del macho cabrío», debido a que los actores que las interpretaban vestían atuendos de piel de cabra, aunque algunos eruditos mantienen la antigua etimología «canto en el sacrificio de un macho cabrío», por su relación con antiguos sacrificios rituales.
Las tragedias acaban generalmente en la muerte o en la destrucción física, moral y económica del personaje principal, quien es sacrificado así a esa fuerza que se le impone, y contra la cual se rebela con orgullo insolente. También existen las tragedias de sublimación, en las que el personaje principal es mostrado como un héroe que desafía las adversidades con la fuerza de sus virtudes, ganándose de esta manera la admiración del espectador, como es el caso de Antígona de Sófocles. La tragedia nació como tal en Grecia con las obras de Tespis y Frínico, y se consolidó con la tríada de los grandes trágicos del clasicismo griego: EsquiloSófocles yEurípides. Las tragedias clásicas se caracterizan,según Aristóteles, por generar una catársis en el espectador.

COMEDIA


Se caracteriza porque sus personajes protagonistas se ven enfrentados a las dificultades de la vida cotidiana y por eso ellos enfrentan las dificultades haciendo reir a las personas o a su "público", movidos por sus propios defectos hacia desenlaces felices donde se hace escarnio de la debilidad humana. La comedia se origina en el mundo griego, pero se va desarrollando a lo largo del medievo y la edad moderna, hasta llegar a nuestros días.
Como los demás géneros dramáticos, la comedia está determinada por la acción dramática del personaje protagonista; de ahí que no sea extraño encontrar personajes con un rol trágico en obras de teatro cómicas, siempre y cuando estos sean, por decirlo de algún modo, personajes secundarios.
Como características, el personaje protagonista suele ser común y corriente y representar un arquetipo, es decir mentirosocharlatánfanfarrónpícaroenamorado, etcétera; es también crédulo e inconsciente y, a diferencia de la tragedia, donde el personaje protagonista tiene un profundo sentido ético, en la comedia el personaje protagónico considera su moral como una cualidad no muy importante, lo que le permite ser muy vital, aunque esto es más bien un obstáculo para el personaje.
Por ello, su conflicto dramático suele ser, las más de las veces, con la sociedad, además de consigo mismo, por lo que lucha por superar los obstáculos que le impiden realizarse consigo mismo o con esa misma sociedad.
La comedia es, junto con la tragedia, una de las formas clásicas del drama griego, y uno de los tres géneros dramáticos llamados realistas.
  • Finalidad:La comedia muestra exageradamente nuestros vicios y defectos,con una intención moralizante y educativa.La comedia,entonces, pone en ridículo los vicios o malas costumbres para corregirlos mediante la risa. Sin embargo, no trata de corregirlos en quienes los practican, sino que los representa con un método preventivo para evitar que lo adquiramos los demás.
  • Tema:Si bien en la comedia los temas recurrentes son el engaño, el robo, la burla y la estafa, los temas suelen ser problemas de personas comunes que tienendefectosdebilidades y vicios.
  • Conflicto: Comúnmente es generado por un vicio de carácter del protagonista. Este vicio de carácter es contrario al bienestar social de la comunidad en la que vive el protagonista. El bienestar social es relativo a la época y al lugar. El vicio de carácter del personaje protagónico lo lleva a ser un transgresor de esa sociedad, pues rebasa los límites de lo "conveniente" y por ello debe ser castigado; esto significa que el personaje vicioso es castigado socialmente, o sea, es puesto en ridículo.
  • Protagonista: Es básicamente un personaje de baja calidad moral que encarna algún vicio o defecto de los seres humanos —la avaricia, la irreverencia o rebeldía, etc.— pero sumamente complejo. En el caso de Tartufo, lo que Molière critica es la hipocresía que se representa en este personaje, prototipo del mojigato que finge vivir valores que en verdad no tiene y que sólo persigue su bienestar a costa del daño que produce a los demás. En pocas palabras, un personaje vicioso que es ridiculizado.
  • Desenlace: Es feliz para alguna de las fuerzas que se oponen al protagonista o para todas, menos para aquel que encarna el defecto que debe ser castigado, es decir, puesto en ridículo.

"El actor y la diana" Declan Donnellan

El actor y la diana se publicó originalmente en Rusia, en el año 2000, y algo más tarde, en 2002, conoció su primera edición inglesa. Desde entonces este libro, fruto de la experiencia de Declan Donnellan como director y profesor de actores, se ha convertido en un texto imprescindible para profesionales y estudiantes de interpretación.
La propuesta de Donnellan es simple pero contundente: es la generalización, la falta de una diana precisa, lo que conduce al actor al bloqueo. A través de una serie de reflexiones, ejemplos y ejercicios de gran amenidad y concisión, el autor nos enseña a vencer al bloqueo para conseguir una actuación fluida y libre.

"El Método del Actor´s Studio" Robert Hethmon

Robert Hethmon nos ofrece en este libro lo que se puede considerar una pieza maestra de la literatura teatral. Asistiendo a las sesiones del Actor's Studio ha recogido en la cinta magnetofónica las lecciones de Lee Strasberg; posteriormente ha ordenado este material según las directrices del Método. De este modo ha conseguido exponer toda la formación, tanto práctica como teórica, que recibe un actor en el Studio y, al mismo tiempo, desvelar la utilización que ha hecho Strasberg del famoso Método de Stanislavski, descubriendo sus aportaciones personales. En la introducción, Hethnon expone la trayectoria y sentido del Actor's Studio dentro de la vida teatral norteamericana y la influencia que ha recibido desde que se incorporó a él Lee Strasberg. Robert H. Hethmon ha enseñado y producido obras en las Universidades de Wisconsin, Colorado y California. Actualmente es profesor asociado de Teatro en el UCLA. De 1960 a1962 fue director del Centro de Investigación Teatral de Wisconsin.

"Teoría Teatral" V.E. Meyerhold

Vsvolod Meyerhold inició su actividad teatral como actor en el Teatro de Arte de Moscú, que dirigía Stanislawski. Pero pronto discrepando del naturalismo y el realismo psicológico, abandona la compañía.
Independizado totalmente, Meyerhold llegó a ser el primer director teatral en un sentido moderno. Su labor renovadora alcanzó todas las facetas teatrales: cambió la disposición de la sala alterando las relaciones actor-público; ; experimentó en la escenografía, yendo de las más sutiles estilizaciones al constructivismo; fundó estudios y talleres para la formación del actor, intentando sacarlo del anquilosamiento del teatro burgués y aristocrático del siglo XIX y llevarlo a la máxima expresividad requerida por el actor moderno; modificó el espacio escénico, incorporó las enseñanzas del teatro Nô japonés y del teatro chino; intentó la utilización de elementos del music-hall, del circo y del cine (fue precursor del happening), experimentó con el ritmo musical y el movimiento de los actores. Todas sus investigaciones conducían a un solo objetivo: devolver al teatro su teatralidad, su convencionalidad.
  En los textos aquí presentados se han recogido sus principales aportaciones y el fruto de sus investigaciones.


Monólogo personaje femenino VII

Calderón de la Barca. "La dama duende"
Dª ÁNGELA.- 
Escucha, atiende.
Llamó don Luis turbado, 
entró atrevido, reportóse osado, 
Prevínose prudente, 
pensó discreto y resistió valiente; 
miró la casa ciego, 
recorrióla advertido, te halló y luego 
ruido de cuchilladas 
habló, siendo las lenguas las espadas. 
Yo, viendo que era fuerza
que dos hombres cerrados, por fiereza, 
no acaben de otra suerte 
que con solo una vida y una muerte, 
sin ser vida ni alma, 
mi casa dejo y a la oscura calma 
de la tiniebla fría, 
pálida imagen de la dicha mía, 
a caminar empiezo; 
aquí yerro, allí caigo, aquí tropiezo. 
Estaba a sus umbrales 
(¡cómo eslabona el cielo nuestros males!) 
Don Juan, don Juan mi hermano... 
(ya defiendo el decir mi nombre en vano) 
él a la luz escasa 
con que la luna mansamente abrasa, 
pensó que era su dama, 
y llegó mariposa de su llama,
para abrasarse en ella, 
Y hallóme a mí, por sombra de su estrella. 
Quiso hablarme y no pudo; 
que siempre ha sido el sentimiento mudo. 
Yo responderle intento, 
(mas ya he dicho que es mudo el sentimiento) 
y aunque quise, no pude; 
que mal al miedo la razón acude. 
“Ven,-dijo-, hermana fiera, 
tú has sido en nuestro honor mancha primera; 
dejarete encerrada 
donde segura estés y retirada, 
hasta que cuerdo y sabio 
de la ocasión me informe de mi agravio.” 
Entré donde los cielos 
mejoraron, al verte, mis desvelos. 
Por haberte querido, 
sombra fingida de mi casa he sido; 
por haberte estimado, 
sepulcro vivo fui de mi cuidado. 
Mi dicha fue el quererte, 
mi fin amarte, mi temor perderte, 
mi deseo servirte, y mi llanto, señor, el persuadirte 
que mi daño repares, 
que me valgas, me ayudes y me ampares.

Monólogo personaje femenino VI

William Shakespeare. "El sueño de una noche de verano" (Comedia)
ELENA.- ¡Mirad: ella también es de la conspiración! Ahora veo que se han entendido los tres para organizar contra mí ese pasatiempo cruel. Ultrajante Hermia, amiga ingrata, ¿has tramado tú, has preparado esta escena de irrisión infame para atormentarme? ¿Has olvidado acaso nuestra intimidad, nuestro cariño fraternal, las horas tan dulces que pasamos las dos juntas cuando acusábamos el tiempo de ágiles pies porque adelantaba demasiado el momento en que debíamos separarnos? ¡Oh! Todo eso está olvidado, todo: la amistad de la infancia, la inocencia de la juventud. ¡Cuántas veces, Hermia, rivalizando con los activos genios tejimos ambas con nuestras agujas una misma flor, trabajando ante el mismo modelo, sentadas en un mismo almohadón, cantando la misma canción en el mismo tono, cómo si nuestras manos, nuestros corazones, nuestras voces y nuestras almas hubiesen estado incorporadas! AsÍ crecimos juntas, semejantes a dos cerezas mellizas, que se diría que están separadas, pero que un lazo común las une; dos simpáticas frutas modeladas sobre el mismo tallo. Así es como, con dos cuerpos visibles, no teníamos más que un solo corazón, lo mismo que en un blasón se ven dos cuarteles iguales, perteneciendo al mismo escudo y coronados con una sola cimera. ¿Y rompes el lazo de nuestro antiguo cariño y te unes a esos hombres para insultar a tú pobre amiga? Eso no es proceder como una amiga ni como una joven. No se dirige a mí sola esta injuria, sino a todo nuestro sexo, por más que la sufra yo sola.

Monólogo personaje masculino X

Miguel Mihura. "Ninette y un señor de Murcia" (Comedia)
ANDRÉS.- ¿Amaba yo a Ninette o no la amaba? Mejor dicho, ¿lo estaba pasando bien con ella, o no? Hay que reconocer que si con ella no lo estaba pasando bien es que decididamente era tonto, ya que el sueño de toda mi vida se estaba realizando punto por punto. ¿Por qué, entonces, estaba yo de tan mal humos? ¿Acaso porque este plan no se lo podía contar a nadie, o tal vez, porque no podía salir a la calle y ver Paris? Indudablemente este asunto de las mujeres es muy complicado y resulta que cuando uno analiza su caso y está convencido de que, científicamente, lo está pasando la mar de bien, la verdad es que no lo está uno pasando tan bien como parece y que toda esta aventura me estaba ya hartando. Y, sin embargo, cuando Ninette salió y desde la ventana vi cómo se reunía con René y después de cambiar unas palabras cruzaba la calle y se metían en el bar de enfrente, me quedé un poco triste. Y me entristecí mucho más cuando pasaron diez minutos y después quince, y después veinte y ninguno de los dos salían de aquel endemoniado café, del que llegaba a mis oídos una musiquilla de acordeón. O sea, que cuando ella estaba conmigo, me sentía atado y nervioso. Pero ahora que se había marchado con su antiguo novio, no sólo la echaba de menos, sino que tenía unos celos espantosos. Y en este estado de ánimo, más bien confuso, fue cuando se le ocurrió venir a mi amigo Armando, tan oportuno como siempre. Y que además me empezó a hablar en un tono que no me gustó nada. Así es, que habían llamado a la puerta, y que yo fui a abrir.

Monólogo personaje masculino IX

Molière. "El Avaro" (Comedia)
HARPAGÓN.- (Gritando desde el jardín y sin sombrero) ¡Al ladrón! ¡Al ladrón! ¡Al asesino! ¡Al criminal! ¡Justicia, justo cielo! ¡Estoy perdido!
¡Asesinado! ¡Me han cortado el cuello! ¡Me han robado mi dinero! ¿Quién habrá podido ser? ¿Dónde habrá ido a parar? ¿Dónde está? ¿Dónde se esconde? ¿Cómo haré para encontrarlo? ¿Adónde ir...? ¿Adónde no ir...? ¿No está ahí? ¿Quién va...? ¡Detente! ¡Devuélveme mi dinero, bandido...! (A sí mismo, agarrándose el brazo.) ¡Ah, soy yo! Mi espíritu está trastornado; no sé dónde me encuentro, ni quién soy, ni lo que hago. ¡Ay! ¡Mi pobre dinero! ¡Mi más querido amigo! Al privarme de ti, al arrebatárteme, he perdido mi sostén, mi consuelo, mi alegría; se ha acabado todo para mí, y ya no tengo nada que hacer en el mundo. Sin ti, me es imposible vivir. Se acabó, no puedo más; me muero... Estoy muerto; estoy enterrado... ¿No hay nadie que quiera resucitarme, devolviéndomelo, o diciéndome quién me lo ha robado? ¡Eh! ¿Qué decís? No hay nadie. Quizá el autor del golpe habrá acechado el momento con mucho cuidado, y ha escogido precisamente el momento que yo hablaba con el traidor de mi hijo... Salgamos. Voy a buscar a la justicia, y haré que den tormento a todos los de mi casa; a sirvientas, a criadas, al hijo, a la hija, y, si es preciso, también a mí. ¡Cuánta gente reunida! No pongo la vista en nadie que no despierte mis sospechas, y todos me parecen el ladrón. ¡Eh! ¿De qué se habla ahí? ¿Del que me ha robado? ¿Qué ruido hacen arriba? ¿Está ahí el ladrón? Por favor, si alguien sabe noticias de mi ladrón, suplico que me informen. ¿No está escondido entre vosotros? Todos me miran y se ríen. Ya veréis como tomaron parte ,a no dudarlo, en el robo de que he sido víctima. ¡A mí comisario, alguaciles, prebostes, jueces, tormentos, horcas, verdugos...! Quiero colgar a todo el mundo, y si no encuentro mi dinero, me ahorcaré yo después.

Monólogo personaje masculino VIII

Antón Chéjov. "La petición de mano" (Comedia)
LOMOV.- Brrr... Hace frio... Estoy temblando como ante un examen. Lo principal es decidirse, porque si uno piensa mucho, vacila, habla mucho, y espera su ideal, su verdadero amor, entonces no te casas nunca... Brrr!... ¡Hace frio! Natalia Stepánovna es una excelente ama de casa, no es fea, es instruida... Entonces, ¿Qué más necesito? Sin embargo, de los nervios, ya empiezan a zumbarme los oídos... Pero debo casarme. En primer lugar, ya tengo treinta y cinco años, la edad, por así decirlo, crítica... En segundo lugar, necesito una vida regular y ordenada. Estoy enfermo del corazón, tengo palpitaciones. Soy irascible, y siempre estoy muy irritado... Ahora, por ejemplo, me tiemblan los labios y siento un tic nervioso en la sien derecha. Pero lo que más me horroriza es el sueño; apenas me acuesto en la cama, apenas comienzo a adormecerme, de repente algo en el costado izquierdo... ¡zas! Un tirón; derecho al hombro y a la cabeza... Salto como un loco, paseo un poquito y me acuesto otra vez; pero, ni bien comienzo a adormecerme, en el costado otra vez... ¡zas! Y así como veinte veces.

Monólogo personaje masculino VII

William Shakespeare. "El sueño de una noche de verano" (Comedia)
PUCK.- Mi señora está enamorada de un monstruo. Mientras cerca de su retiro sagrado y solitario pasaba la hora de su lánguido sueño, ha llegado una compañía de cómicos imbéciles, de groseros artesanos que trabajan para ganarse la vida en las tiendas de Atenas. Venían a ensayar una pieza que debe representarse el día de las bodas del insigne Teseo. El más necio de la estúpida cuadrilla, encargado del papel de Píramo, ha salido de escena y ha entrado en un matorral. Yo he aprovechado el momento para encasquetarle una cabeza de asno. Al tocarle el turno de volver a escena para contestar a Tisbe, mi actor ha salido. Apenas le han visto los demás, cuando han huido, semejantes el ánade silvestre que ha encontrado el ojo del cazador en acecho o a una bandada de chovas rojizas al escuchar la detonación del mosquete, que ora bajan, ora alzan el vuelo, y de pronto se dispersan y hienden los campos del aire con precipitado aleteo. Al ruido de mis pasos, cae de vez en cuando uno por tierra, gritando que lo asesinan y pidiendo socorro a Atenas. En su turbación, sus insensatos terrores se forjaron un enemigo de cada objeto inanimado. Los abrojos y espinas desgarraban sus vestidos: a éste la manga; a aquel el sombrero, que se apresuraban a abandonar. Mientras los cazaba de este modo, había dejado en la escena al lindo Píramo en su metamorfosis, cuando Titania ha despertado y en seguida se ha enamorado de un jumento.

Monólogo personaje masculino VI

Tirso de Molina. "La venganza de Tamar"(Drama)
ABSALÓN.-
¿Que una razón no le dijo
en señal de sus enojos? 
¿Ni un severo mirar de ojos? 
Hija es Tamar, si él es hijo. 
Mas no importa, que ya elijo 
la justa satisfacción
que a mi padre la pasión 
de amor ciega, pues no ve. 
Con su muerte cumpliré 
su justicia y mi ambición. 
No es bien que reine en el mundo 
quien no reina en su apetito. 
En mi dicha y su delito 
todo mi derecho fundo. 
Hijo soy del rey segundo; 
ya por sus culpas primero. 
Hablar a mi padre quiero
y del sueño despertarle
con quien ha podido hechizarle 
amor siempre lisonjero. 
Aquí está, ¿pero qué es esto?
(Tira una cortina, y descubre un bufete, y sobre él una fuente, y en ella una corona de rey)
¿La corona en una fuente 
con que ciñe la real frente 
mi padre grave y compuesto? 
La mesa el plato me ha puesto 
que ha tanto que he deseado. 
Debo de ser convidado; 
si el reinar es tan sabroso 
como afirma el ambicioso, 
no es de perder tal bocado. 
Amón no os ha de gozar 
cerco en quien mi dicha encierro, 
que sois vos de oro, y fue yerro 
el que deshonró a Tamar. 
Mi cabeza quiero honrar 
con vuestro círculo bello. 
Mas rehusaréis el hacello, 
pues aunque en ella os encumbre, 
temblaréis de que os deslumbre 
el oro de mi cabello.
(Corónase)
Bien me estáis; vendréisme así 
nacida, y no digo mal, 
pues nací de sangre real, 
y vos nacéis para mí.
¿Os sabré yo merecer? Sí. 
¿Y conservaros? También. 
¿Quién hay en Jerusalén 
que lo estorbe? ¿Amón? Matarlo. 
¿Mi padre que ha de vengarlo? 
Matar a mi padre.

Monólogo personaje masculino V

Arthur Miller. "Todos eran mis hijos" (Drama)

CHRIS.- "Hace falta tiempo para que eso se vaya. Porque eran simplemente hombres. Por ejemplo, hubo una vez que llovió durante varios días y aquel muchacho se me acercó y me entregó el único par de calcetines secos que tenía. Me los puse en el bolsillo. Es un detalle de nada, si quieres, pero así eran los hombres que mandaba. No morían; se mataban defendiendo a sus compañeros. Eso es exactamente; con un poco más de egoísmo, estarían aquí. Y, al verlos caer, tuve una idea. Todo estaba siendo destruido, ¿sabes?, pero me parecía que se estaba construyendo algo nuevo. Una especie de... responsabilidad. Hombre por hombre. ¿Me comprendes? Mostrar eso, traerlo a la tierra como una especie de monumento que cada cual lo sientiera detrás... Eso supondría para cada cual una diferencia. Y, luego, volví a casa y resultaba increíble. Yo... Bien, aquí aquello no tenía sentido; todo parecía... un simple accidente de autobús. Comencé a trabajar con papá. Era otra vez la carrera de ratas. Me sentí... como tú has dicho... avergonzado en cierto modo. Porque nadie había cambiado. Parecía que convertíamos en unos tontos a una serie de hombres magníficos. Tenía remordimientos de estar vivo, de abrir la libreta de cheques, de conducir el nuevo coche, de contemplar la nueva nevera. Es decir, cabe sacar esas cosas de una guerra, pero, cuando conduces ese coche, tienes que pensar que procede del amor que un hombre puede sentir por su semejante y tienes que ser, precisamente por eso, mejor de lo que eres. De otro modo, lo que posees es simplemente botín y está manchado de sangre. No quería tocar nada de eso. Y en eso, comprendo que estabas incluida tú."

Monólogo personaje masculino IV

Tennessee Williams. "El Zoo de cristal" (Drama)
JIM.- "Me alegra ver que tiene sentido del humor. ¿Usted sabe... que es distinta de todas las muchachas que he conocido? ¿Le molesta que se lo diga? Hablo en serio. Me siento algo asi como... ¡No sé cómo decirlo! Generalmente expreso bastante bien las cosas, pero... ¡esto es algo inexplicable! ¿Le dijo alguna vez alguien que era linda? ¡Pues lo es! Y de un modo distinto de todas las demás. Y más linda, precisamente, a causa de la diferencia. Oh, ojalá fuese usted mi hermana. Yo le enseñaría a confiar en sí misma. Uno no tiene porque avergonzarse de ser distinto. Porque los demás no son tan maravillosos. Son centenares de miles. ¡Y usted es única! Ellos caminan por toda la tierra. Y usted, se queda aquí. Son vulgares como... la cizaña, pero... usted... bueno; usted... ¡es Blue Roses!...
En todos los sentidos... Sus ojos... su cabello... ¡Sus manos son lindas! Ustedes creerán que lo digo porque ustedes me han invitado a cenar y tengo que ser amable. ¡Oh, podría serlo! Podría decir muchas cosas sin ser sincero. ¡Pero le hablo con sinceridad! He notado que usted tiene ese complejo de inferioridad que le impide sentirse a sus anchas con la gente. Alguien debe infundirle confianza en sí misma... y tornarla orgullosa en vez de tímida y evitar que vuelva la espalda a cada momento y... se sonroje."